miércoles, 13 de enero de 2016

Con nuevos pies

¿Te imaginas como sería empezar a caminar con pies nuevos desde hoy?, ¿qué sensación tendrías?, con tu edad, con responsabilidades, con tu energía y con tus pies de bebé...quieres ir rápido por las escaleras y terminas aporreado impulsado por tu mente, pero abandonado por tu cuerpo, resulta que hasta el acto mas sencillo como el caminar, se ha vuelto un perfecto desastre y desconocido ademas. La ultima vez que pasaste por esto tenias no mas de 13 meses y veías personas cerca de ti acompañándote, protegiéndote e impulsándote a hacerlo,  sin embargo, tomó tiempo y técnica para que pudieses dominarlo, se que eran mas tus ganas de descubrir que de quedarte sentado sobre un pañal las que hicieron que te pararas y te impulsaras cientos de veces...si haces un esfuerzo por recordar verás que de eso hace ya bastante tiempo, el suficiente para volverte un experto en el arte de caminar. 

Y ahora te digo, ¿qué pasaría si hoy amanecieras con dos pies nuevos, hermosos, sanos...pero de bebé...no son de tu talla, no son conocidos o recordados por ti, no tienen tu estilo, no conectan con tu mente aún. ¿¡Puedes imaginarlo!?...De seguro estarías sentado observándolos fijamente tratando de dialogar con ellos, porque intentar comprenderlos es caso perdido, ellos traen algo tan especial para ti que dudo que lo estés detallando en este momento, Traen nuevos rumbos, nuevas vías, nuevos caminos, sí y lo que menos te gusta,  nueva vida, esos pies nuevos quieren mostrarte que hay posibilidades que antes no habías conocido, que no has visitado, que no te has permitido, ellos tienen una clara visión, transitar por zonas cómodas para ellos, recuerda, son nuevos, son de bebé, no pueden exponerse al asfalto, al bullicio, al colectivo, a la queja, a la miseria, ellos saben que su terreno es fértil, suave, cálido, seguro, armonioso y lo mejor de todo, ¡tienen un destino!.

Te aseguro que con tus pies viejos ya estarías recorriendo el kilómetro 100.000  de tu vida, en el circuito de rutina que tu mismo elaboraste, por eso te invito a pensar que pasaría en tu vida si tuvieras pies nuevos y deja que ellos marquen el rumbo, nunca un bebé ha dejado de crecer, no lo hagas tu tampoco.

Bendiciones en la luz
Jesee Moreno