lunes, 6 de marzo de 2017

Rabietas Infantiles




Estudios psicológicos afirman que el llanto en los niños es su mejor manera de comunicarse, que cada vez que quieren algo y no lo obtienen recurren al conocido berrinche como medio para obtener lo que desean, de acuerdo a la edad del niño es comprensible este planteamiento, cuando son bebés menores de dos años es común pensar que simplemente es una manera natural de expresar enojo y frustración; sin embargo con el pasar del tiempo y se han vuelto más grande, pareciera que la frustración como padres nos invade, porque ahora que sabe comunicarse a través del lenguaje, continúa presentando episodios de las llamadas rabietas, sin encontrar forma de entendernos; apenas se detona una situación socialmente difícil estando en el mercado, en una zapatería o en una consulta médica, nos invade un sentimiento de no saber qué hacer, es un estímulo que altera nuestro equilibrio y como estamos expuestos ante varias miradas afiladas para juzgar y criticar nuestro comportamiento, nos paralizamos y dejamos que el piloto automático se dispare, algunos tardan unos segundos mas tratando de recordar que es lo mejor que se puede hacer en esa situación; algunas teorías hablan de ignorarlo, dejarlo llorar, que hagas sentir tu carácter y le hagas saber quién es el que manda, algunas plantean la silla de castigo o de pensar, y varias prácticas conductistas más. Por otro lado, nuestro sistema de defensa se accionará y nos llevara directamente a esos métodos de crianza a los que fuimos sometidos y eso prevalecerá al momento de corregir a nuestros hijos, está instalado en nuestro subconsciente y personalidad la forma de actuar según nos hayan moldeado.

Ahora bien, lo que deseo que observes conscientemente es, ¿qué conductas estas modelando inconscientemente con tus hijos al momento de corregirlos? Allí tendrás una oportunidad para revisarte si así lo decides.

Las enseñanzas de Medicina Integral Quántica nos invitan a hacer uso del sentido común en cualquier circunstancia, y si eres madre o padre de niños menores de 7 años conectes por unos segundos con tu sabio interno, antes de actuar automáticamente,  y hagas una pausa silenciosa, no importa cuanta gente te observe, obsérvate tú y decide darle salud a tu hijo, está demostrado que desde que nacemos empezamos a acumular nucleos fértiles para la enfermedad de acuerdo a la intensidad y tiempo de exposición de una emoción,  muéstrale algo distinto que sea de su interés, distráelo, sácalo de la emoción, corta el drama en el que está, lo importante es no dejarlo llorar desconsoladamente, tampoco es momento de sermonearle, porque estarás afectando su salud física y emocional de acuerdo a la frecuencia y tiempo de exposición de la rabia. Una vez captada su atención, mantenlo distraído, luego ambos en calma podrán comprenderse, con palabras cortas y sencillas explícale qué de su comportamiento no te gustó, sin entrar en largos discursos de conciencia, así estarás ganando un espacio importante de escucha y atención con ellos, se sentirán atendidos, respetados y confiaran en tu amor para orientarlos; dejarás de repetir situaciones y métodos incómodos que tanta represión y anulación han dejado en la sociedad, recuerda que seguimos evolucionando y la paternidad no es la excepción.


Con amor a tus hijos...

Jesee Odelit Moreno