sábado, 25 de abril de 2015

La severidad del Inconsciente


¿Tu sabes para qué sirve el inconsciente?... para guardar, almacenar, archivar, resguardar, cuidarte y protegerte, allí están las memorias mas antiguas de tu vida, allí se guardan recelosamente tus mas preciados recuerdos y aquellos también que el alma no quiere revisar, muchos lo conocen como el subconsciente, pero va mas allá de eso, por eso le atribuimos inconsciente porque no es consciente de lo que hace, porque  maneja tanta información que aveces no sabe cuando es oportuno revisar un recuerdo o memoria y simplemente extrae la imagen, el olor, el sabor o el sonido y si no es el momento adecuado empieza a formar caos dentro de nosotros mismos.

Fíjate, una persona está en una fiesta disfrutando con sus amigos y pareja, de repente una chica se le acerca a su pareja a preguntar algo, que no tiene que ser de carácter sexual necesariamente, pero el inconsciente no sabe razonar y expulsa un recuerdo del alma en el momento menos apropiado, esta persona empieza a sentir un hormigueo en el cuerpo, en sus manos, comienza a sudar, a tragar amargo, se nubla su visión y por dentro esta sintiendo una traición, un dolor, una injusticia, detona su baja autoestima y genera automáticamente ganas de llorar o gritar.  Recuerda, esto que ella siente está fuera de contexto, pero el inconsciente no lo sabe, no es consciente, acto seguido, se le acerca a su pareja y le dice: "me quiero ir". ¿Qué pudo haber pasado en dos minutos, que una persona pasó de la alegría, baile y disfrute, a la rabia, resentimiento y llanto.

Las memorias celulares se activaron y detonaron neuropéptidos en el sistema nervioso que alteraron la conducta de alguien. En otras palabras, sus recuerdos ancestrales salieron a pasear nuevamente porque un estímulo les hizo pensar que debían salir. Lo que quiere decir, que constantemente estamos siendo estimulados por nuestros sentidos y si nuestro inconsciente está lleno de rencores, resentimientos, dudas, ansiedades, intolerancia, frustración, abandono, producto de esta vida o no, estos mismos estados estarán gobernando nuestro consciente y nuestra realidad, nuestro trabajo comienza entonces por observarnos, reconocer que tipo de reacciones tenemos frecuentemente y saber que hay una causa raíz de eso que sentimos.

Es oportuno que a través de diversas herramientas, atiendan ese llamado de atención de su inconsciente, no para solucionar lo que pasó, que no sabemos que es, sino para que en lo sucesivo no salga disparado a nuestra realidad, que se transforme esa energía, esa emoción dominante, en una emoción antagónica que te permita libertad plena de sentir.

Bendiciones en la luz.

Jesee Moreno



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