Nuestro Origen

¿Te has preguntado de donde venimos? 

Nuestros ancestros o antepasados estaban cargados de la mas alta divinidad, fíjate todos de alguna manera hemos compartido en vida con algún ser ascendido, porque al igual que ellos vivieron muchas vidas antes de ascender, nosotros también, por lo que nuestra historia de origen antiguo está llena de misticismo y divinidad; esa es la esencia del ser humano poder reconocer de donde viene y adonde debe ir, aquí entra a jugar un papel muy importante nuestra familia terrenal, cada vez que un hijo se reconcilia con una madre y un  padre, allí se está honrando y cultivando el origen del espíritu, el origen divino, porque ese ser comenzará a avanzar a su propio destino, desatando lazos de hermandad terrenal. Principio de Constelaciones familiares.

Ahora bien, así como empezamos a despertar nuestra divinidad proveniente del padre cielo, así también hay una energía maternal que atender, nuestra madre tierra, ambos se han encargado de darnos cobijo, abundancia y protección de los cuales no hemos sido plenamente conscientes. Es allí donde está nuestra labor hermosa, empezara reconocer nuestras bendiciones terrenales, principalmente nuestro cuerpo, nuestra fisionomía, el poder de los sentidos, nuestra familia, hermanos, compañeros y descendientes, lo que vemos, apreciamos, lo que respiramos, lo que percibimos como clima, lo que degustamos gestado y nacido de la tierra como muestra de su infinitud, de lo que nos impregnamos, aromas, rosas, flores, extractos, aceites...todo lo que forma parte de nuestra realidad momentánea. Al descubrir esa gama de opciones y recursos estamos honrando ese origen terrenal ancestral. 

Al señalar y agradecer a nuestro padre cielo, estamos invocando a la esencia y energía creadora de todo lo que es y lo que no es, estamos compenetrandonos con su cobijo y protección, estamos reconociendo la magnificencia e inteligencia superior presente en mi, en ti, en todo. Estamos dando espacio a nuestro sentir, al agradecimiento universal, al cosmos con todos sus elementos, estamos integrando nuestro todo.

La fusión Cielo-Tierra nos reconecta con nuestra esencia ancestral, con nuestro centro eterno, con nuestra divinidad escondida, con nuestra plenitud guardada. Te invito a sentir, reconectarte y reconciliarte con tu energía y vitalidad a través del cielo y la tierra, tu eres parte de un todo, disfrútalo.

Bendiciones en la luz.

Jesee Moreno